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La IBD (del inglés Inflammatory Bowel Disease – Enfermedad intestinal inflamatoria) es un trastorno grave de intestino delgado y/o intestino grueso que cursa principalmente con diarrea crónica. Otros signos que pueden aparecer con IBD son nauseas, vómitos, apetito caprichoso, pérdida de peso y debilitamiento generalizado. La digestión y absorción de agua y nutrientes son inadecuadas por lo que los hurones que padecen IBD terminan sufriendo deshidratación y carencias nutricionales que pueden llegar a ser muy graves.

Hasta la fecha no se ha descubierto una causa única para esta enfermedad que parece ser causada por una respuesta inmunitaria anómala en respuesta a dos o más de los siguientes factores: infección intestinal, alteraciones de la flora digestiva, dieta mal equilibrada, intolerancia, hipersensibilidad o alergia a ciertos alimentos. La predisposición genética podría jugar también su papel. De hecho, se cree que se trata en realidad de un grupo de enfermedades con signos clínicos comunes.

La falta de conocimiento científico sobre las causas de la IBD hace que el abordaje diagnóstico y terapéutico sea bastante complejo. No todos los hurones responden igual al tratamiento. Actualmente el consenso internacional es que la IBD no se cura. El objetivo del tratamiento es controlar los síntomas, asegurar el bienestar del paciente y evitar que la enfermedad progrese a fases más graves. Por este motivo ante un hurón con sospecha de IBD es fundamental recopilar una historia exhaustiva del paciente y se necesitarán una serie de exámenes clínicos adicionales como análisis de heces, orina y sangre, radiografías, ecografía, endoscopia o toma de biopsia de distintos tramos del aparato digestivo.

La alteración en el aspecto de las heces es el signo más común y constante en hurones con IBD. En muchas ocasiones la diarrea comienza siendo leve e intermitente yendo a más con el tiempo. La presencia de moco en las heces, heces “alpistadas” (como si estuvieran compuestas de multitud de pequeñas bolitas), heces especialmente malolientes, líquidas o con sangre son signos de alarma.

¡El diagnóstico precoz es vital para un mejor pronóstico! La enfermedad se controla mucho mejor en fases tempranas. Si nota alguno de los signos de IBD descritos arriba en tu hurón, no espere, consúltenos.

Información y citas: 91 445 43 05

La colonscopia permite el examen interno del colon y la toma de biopsias mínimamente invasivas. Se realiza con el paciente anestesiado.

 

La toma de biopsia mediante endoscopia es un método auxiliar mínimamente invasivo para el diagnóstico de IBD en hurones

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